Yo ya no puedo mirarlo a los ojos
Tan sólo quiero cubrir mi cara
Con la imagen de la amistad
Que nunca existió entre nosotros,
O con el llanto que mi sonrisa
derrama,
Esta situación es el conflicto
interno
Entre contornos que enmarcan
Su figura en llamas,
Son mil pensamientos tormentosos
Que el descendimiento
Con descontrol guardan,
Él se deshace de los límites de todo
Lo que el remoto pasado abarca
Y me confunde, me grita de modo
Que las emociones me arrancan,
Me insulta, me mata y sólo
Porque él de mí no obtiene nada,
Y ese es el desprecio más seguro que
se
Mancha en el entorno
De aquellos sueños
Y pesadillas que saldrán,
De mí se ríe y se transforma
Sin saber cómo
Matarme de angustia llana
Y yo simplemente invento
El despecho, el odio
Para arrebatarle su calma,
Y así, en un frío beso
Se cierra el libro deseoso
De guardarse con su historia contada
Así, en el adiós
Se cierra el pasado envidioso
Y al fin calla la historia
humillada…
Ahora aquel anhelo de hablarle y
mirarle
Me come para ver la venganza
Terminada, para que la evasión
Esconda el valor amistoso…
¡La evasión completa es la mejor
arma!
La mentira vaga de que nada ocurrió
Resume lo peligroso
De volver a él la mirada,
Yo lo hice y sólo me queda
desaparecer
De su mundo espantoso,
De la inútil ilusión suya
Y que él piense en mí
Como desgraciada,
¡no quiero saber de su ser
ambicioso!
Y hoy él me odia
Porque no soy manejada,
Porque no hay razones de sobra para
Que esté a sus antojos…
¡¡Pero no encuentro motivos
Para que de él me vaya,
Él no lo entiende tampoco!!
Yo quiero nacer en el recuerdo de
oro,
(en el bello recuerdo
De la ilusión pasada)
Pero en él aquel pretérito es tonto
Porque yo no puedo recordar nada,
Un insensible corazón
De sentimientos borrosos
Que me obliga a expresarme callada,
Y mi dolor, por eso, es silencioso
Cuando me amarra,
Él es el ser más orgulloso
Y cree que estoy enamorada
O confundida, pero en el fondo
Es él quien mi alma arrebata.
Jugador, traidor, idiota tramposo
Niega que me adoraba
Y él para mí fue todo
Pero se terminó y lo que queda se
acaba
Entonces nunca hubo nada entre
nosotros,
Nada más que la locura amarga,
Nada desde que él está loco,
Loco porque su rencor el alma no
aguanta.
No me quiere perder dice furioso
Pero yo sí, aunque él sigue en mi
alma,
Que me olvide, que me odie,
No habrá tesoro
Que recuerde de mí,
Su amante, eterna, hermana
Pero que esté consciente
Que como él no habrá otro
Cariño relevante
Que de nocturno
Impregne mi almohada,
Su recuerdo es hermoso,
Porque sé traerlo a mí, sombra
dorada;
Él es igual sueño de oro
A pesar de todo en la vida pasada.
Pero es gigantesco y largo el
sollozo
“por lo que la traición
Jamás será revocada”,
Es el mutuo abandono
Y la confusión en su ser me
desgarra,
Pero el frío debe controlar este
odio,
Y no me sigue la idea
De poseer vidas separadas.
Es tan terrible seguir así, es obvio
Ya no quiero existir desesperada
Él ejerce en mí
Mil sentimientos poderosos,
Pero el daño es irreversible,
Moriré destrozada…
Milza López. 2007
extraído de "La flecha envenenada y otros textos"
contenido exclusivo
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