domingo, 27 de marzo de 2016

¿Seré Yo, Maestro...? (Interrogaciones)

-¿Cómo pude haber estado tan equivocada? 
-¿Cómo pude haberte reconocido de inmediato?

 Al final de los pasos enmohecidos en el bosque no existía el arcoiris que desde dentro vislumbraba.

-¿Cómo podía no ser quien yo esperaba? 
-¿Cómo podría no ser la luna tras el vidrio borroso de la ventana, sino un simple poste de luz con energía intermitente? 
-¿Cómo es que no hubo ningún pacto bilateral antes de que naciéramos y en ningún lugar tú me encontraras? 
-¿Y cómo es que ya no tendremos otra vida?

Una segunda oportunidad en la que podamos cambiar el túnel sombrío por un río de aguas esmeralda. 

-¿Cómo es posible que el mapa de mi destino lo haya visto en forma equivocada en tu mano descubierta? 
-¿Cómo pudiste recortar las mañanas durante tantos años sin cesar ni un solo día ni fallar ni un solo tiro con tu ojo de halcón cuando liberaste cada partícula de resplandor hasta mi alma? 
-¿Cómo es que no soy yo, Maestro
-¿Cómo es que al mirar hacia atrás encuentro que soy sólo otra sirena en un mar colapsado de deidades nadadoras? 
-¿Cómo es que no soy la única que siente tu aroma sin tenerlo ni remotamente? 
-¿Cómo es que pasan y pesan anquilosamente* los años y el tiempo parece totalmente incompetente ante esta estatua de bronce que truena y ya debió haberse oxidado y olvidado de lo prometido que no ha llegado jamás? 
-¿Es que acaso debo aceptarlo y resignarme a ser una metáfora lúgubre del día que vive enamorado de la noche y que persigue incesantemente sabiendo que nunca podrá encontrarlo? 
-¿Cómo puede ser que no sea yo la mano apretada y la frente besada delante de todos los ejércitos? 
-¿Cómo es que tras desencadenar la cinta que te puso Brahma, desenvolviste un rostro que no era el mío y tomaste un corazón del cofre de sequoias y adentro no existía ni el sonido de mi nombre? 
-¿Cómo es que sentí que me mirabas y que intentabas indagar en mi nostalgia con tu voz de cielo desde la primera vez que vi tu foto el calendario de invierno de la biblioteca brava?
-¿Cómo pudo ser que al verte envuelto en oro frente a la multitud apabullante la fuerza de tu danza me deleitara hasta la hipnosis más completa, y la gravedad se apagara sólo para que tú te elevaras y yo supiera que eras tú, y sintiera que te conocí desde antes de enfrentarme por primera vez al aire?

Vamos, que en tu furia y tu hartazgo de ser perseguido por flores y sirenas, decidas virar la devoción de tu barco y decirnos de una vez que estamos equivocadas, y que no eras tú quien nos despertará un día, y que no fue tu voz la que ha querido empujarme hacia el borde de la isla, y que sólo fue un sueño, un sueño embalsamado.


Muéstrame con tus propias piezas que todo ha sido un escenario, que el brillo deslumbrante de tu aura no era más que luces estructuradas en un armazón diseñado para la catarsis griega en pleno siglo XX. Quiero ver que tu ascenso responde a un canto sintético, que tu sonrisa ilumina la galaxia gracias a una luz mecanizada, y que el eco de tus suspiros se propaga hacia el infinito por medio de un sistema de sonido totalmente artificial. Detén la marcha de tus seguidores y déjame tocar en tu espalda alas contrahechas de plumas robadas y ensambladas a medida de tu cuerpo de semidiós. Muéstrame que no era cierto, que no era yo, que sólo soy otra poeta en una misión suicida, que es una sugestión bizarra haber reconocido cada rincón de tu casa, que no es posible ni socialmente aceptable tener recuerdos amontonados de tantas caminatas descalzos en la arcilla del lago, de tantas mañanas escalando árboles milenarios, de tantas penas ahogadas en la hierba florecida, de tantos veranos buscando el tesoro en la costa señalada, de tantos besos bajo el agua del río que acababa de acariciar la montaña, de tantos cuentos que leíste en voz alta y cambiante antes de dormirte sobre mi cama, dime que no es a mí a quien le confiaste tu último secreto antes de evaporarte hacia la nada, que no fue conmigo que escapaste para construir columnas de orquídeas a los pies de la Reina del Nilo. 

Baja de una vez y dime al fin que no soy yo y que no existo, que soy una loca más que intenta salirse de su jaula, dime personalmente que tú no eres para mí, que estoy profundamente equivocada, para así pensar que al menos me distingues de en medio de la bandada, y pensar que has descendido para decirme algo que no fue exactamente lo que quisiste decir, y que si junto de cierta manera tus palabras las consonantes que pronunciaste formarán un código que me permitirá rescatar una llave que me dejará cruzar una mampara que se esconde en un patio sagrado y que hallaré un jardín con el polvo de los inciensos que perdí en mi infancia, y que entonces todo tendría sentido, y que el calipso en el centro de tu Atman me llevará hasta el Nirvana que he buscado tanto tiempo, y que seré al fin libre de este cuerpo, y que todas tus lágrimas escarlata dejarán al fin de derramarse en la jarra mística de la Psicosis, y que con mis propios dedos sanaré la herida de tu pecho, y un beso calmante sellará el reloj de agua, y entonces no habrá cielo más allá del cielo, y sabré que no estaba equivocada, no estaba equivocada…


"Archangel Michael: And No Message Could Have Been Any Clearer", obra fotográfica mixta de David LaChapelle.
 
La segunda venida se ha ido de este mundo. 
Cada quién crea y destruye a su propio dios. 
Hoy es un día aleatorio de un calendario insular que no da pie a las coincidencias.


Adelanto exclusivo de "Escape de la Interfaz Urbana", capítulo sobre los Maestros.
Milza López, 2015-2016.

viernes, 25 de marzo de 2016

Gólgota (Miguel Arteche)


Cristo, cerviz de noche, tu cabeza
al viernes otra vez, de nuevo al muerto
que volverás a ser, cordero abierto,
donde la eternidad del clavo empieza.

Ojos que al estertor de la tristeza
se van, ya se nos van. ¿ Hasta qué puerto?
Toda la sed del mundo te ha cubierto,
y de abandono toda tu pobreza.

No sé cómo llamarte ni qué nombre
te voy a dar, si somos sólo un hombre
los dos en este viernes de tu nada.

Y siento en mi costado todo el frío,
y en tu abandono, a solas, hijo mio,
toda mi carne en ti crucificada.


Obra "Cristo Yacente" en lápiz sobre papel de Claudio Bravo.

Miguel Arteche Salinas (1926-2012)

miércoles, 23 de marzo de 2016

Suspendida (III)

Y yace suspendida en el tiempo:
Congelada y herida
Como rosa al viento.

Es pasado sin memoria,
Es presente sin historia,
Es futuro sin sueños,
Juramento mudo
En la culpa del forastero.

Desaparece sin esperanza,
Escribe sin calma,
Retrata cruces descontrolada.

Mira la tormenta del abandono
Y ha quedado ciega y sin novio;
Baila en la sombra de quien más quiere…
¡Es sólo una locura que llora
Y grita el nombre por el cual fallece!

Quiso congelar al Rey del hielo,
Quiso callar al señor del silencio,
Y se debe matar por su amor de cielo,
Al que no supo perdonar,

Al que amará desde el infierno. 


Elif Denizer en serie Kara Para Ask, imagen de Ay Yapim modificada con filtros.

Extraído de "La flecha envenenada y otros textos", 
Milza López, 2007.




lunes, 21 de marzo de 2016

Juan Carlos

Juan Carlos ha muerto
sin alas ni amapolas,
Juan Carlos ha muerto
sin cruces ni tormentas.

Pero no descansa en paz,
la ansiedad le toma
y le mece en la cuna sin libertad;
él baila cadenciosamente entre las filas bohemias
del amanecer nocturno,
allá, en el país de las cadenas
bajo la luna del caos,
cae su lágrima de óxido junto a la condena.

¿Quién está junto a él
al borde del ocaso,
tomando el control
de los días de blanco?
Sí, es ella, María,
la bruja del oriente,
el ángel caído,
la estrella herida
que sangra y envenena entre los hombres perdidos.

Y él se ha aferrado a ella,
buscando salida al laberinto
de pesadillas; las huellas
de su pasado interrogan sus ojos con el himno
de aquellas que le han amado
como corriente de esteros contra el huracán.
Alguien tenía que morir…

Como furia infinita
de ríos liberados,
como volcanes que musitan
que el fin ha comenzado,
como nubes que suplican
partir al desierto no abrazado
(para hacerlo florecer),
como voces torcidas
en el centro del tornado…
Él intentó escapar.

Pero Juan Carlos está muerto,
ya no sonríe a mis espaldas
ni respira en mi piel,
ya no frecuenta mis cartas
ni llora sobre el papel
de sus amenazas.
Ya no grita mi nombre
por los pasillos de la lluvia,
ya no juega con mi perfume
ni con la sangre que desciende de la bruma.

Porque a Juan Carlos se lo tragó el tiempo
que vio que no cumplió la promesa del ayer,
porque Juan Carlos está muerto
y yo lo maté…

Judith cortando la cabeza de Holofernes, Michelangelo Caravaggio. 

Milza López,
extraído de "La flecha envenenada y otros textos", 2007.

domingo, 20 de marzo de 2016

Earthquake (Desclasificado)

La despertó la mano cálida de su esposo en la espalda, que se aproximó a su hombro y acarició tiernamente su cuello. Su hombro se pegó al de ella, mientras abría los ojos a la tenue luz del alba que comenzaba poco a poco a impregnar la habitación en tonos dorados y bordes resplandecientes. 
El tibio cuerpo de su amado se abrazó al suyo, sintió ese aroma cercano y acogedor que le fascinaba tanto, él posó su pierna por sobre su cadera y ambos se fusionaron en un abrazo como nubes que se derretían y se volvían una sola al calor del amanecer nuevo. Ella tomó su mano y la besó, rozó sus yemas por su rostro y sus labias, deseando infinitamente que ese momento se le hiciera lo más extenso posible en el tiempo. "Buenos días, corazón", susurró él, antes de sellar su saludo con un sonoro beso cerca del oído de su amada. Ella se acurrucó más a él, y le dijo "Buenos días, amor". Una dulce sonrisa se dibujaba en los rostros, y él con su mano libre comenzó a acariciarle el cabello. "Te amo, hermosa", "y yo a ti, mi..." No pudo continuar su frase, un dolor casi insoportable invadió su vientre, y un espasmo contrajo su cuerpo de cuajo. "¿Estás bien?", preguntó asustado su marido. 

Ella se despegó de su amado y se levantó de la cama desnuda, no estaba segura de lo que sentía, comenzó a sentir un frío inusual para las mañanas de Junio en el hemisferio norte, y caminó con prisa hacia el baño, sin ponerse la bata. Entró al blanco cuarto y repentinamente se le hizo más grande aún de lo que ya era. La tina parecía muy distante, el bebedero en forma de cisne parecía tener una expresión triste y bizarra, y los miraba como si con los ojos pudiera hacer acercamientos precisos. El blanco piso se sentía como de nieve compactada bajo sus pies descalzos, y se se sentó con dificultad sobre el inodoro y volvió a sentir otro fuerte espasmo en el vientre. Por alguna razón no podía orinar si quiera. No podía hacer nada en lo absoluto, y el dolor comenzó a expandirse hacia la boca del estómago y luego hacia su pecho. El muro de enfrente comenzó a alejarse, sintió un vértigo y otro espasmo la invadió. No sabía qué le estaba sucediendo y el dolor se propaga en forma intensa e intermitente. Empezó a temblar sobre aquel inodoro, en un gesto como si se abrazara a sí misma. El golpe del espejo contra la pared la hizo reaccionar de súbito, no sólo ella temblaba, sino que toda la casa. Y no era un temblor cualquiera, las cortinas tambaleaban, las toallas comenzaron a resbalar de los colgadores, los frascos de perfumes y todas las lociones cayeron, reventando su vidrio gelatinoso contra la cerámica. Se incorporó dolorosamente e intentó correr hacia la habitación, al encuentro con su amado, pero tropezó estrepitosamente al resbalarse en la cerámica con un líquido frío. Pero no había tiempo de seguir sintiendo el dolor corporal, se fue cojeando hasta él, y el camino hasta la salida nunca se le había hecho tan largo. Un pasillo oscuro y ruidoso estaba tras la puerta, un pasillo que nunca antes había estado allí, y los cuadros magnificentes caían uno tras otro. Otra puerta se cruzó en su camino, mientras su cuerpo se colmaba de un dolor que casi la dejaba inconsciente. Jadeaba, a penas podía respirar, y la manilla de la segunda puerta parecía trabada y congelada. Sus dedos morados lucharon desesperadamente y el apagón se notaba por toda la casa. No podía gritar si quiera el nombre de su amado. 

Cuando por fin pudo cruzar a la habitación principal el caos era total. No recordaba tener tantos muebles, tantos libros, tanta ropa ni tantas lámparas. Y la cama. La cama estaba totalmente cubierta por objetos que habían caído sobre ella, cajones con ropa a medio desordenar, vidrios de ampolletas trizadas y una de las lámparas de pie la cubría. Sí, una de las robustas lámparas de bronce que custodiaban las esquinas superiores había caído diagonalmente sobre la cama en la que estaba su amado. No podía verlo, estaba totalmente cubierto, casi envuelto. Olvidó todo el dolor de su cuerpo y se aproximó muda hacia su lugar de descanso. Sentía que se empalidecía cada vez, y se aprontó a hurgar briosamente las mantas, las cortinas, las ropas, todo lo que cubría en ese momento a su amado. Y cada vez que movía algo se volvía más y más pesada la capa de tela siguiente dejándola casi sin fuerzas. El sismo había cesado, pero las imágenes parecían no tener coherencia, las cortinas bordadas en oro no tenían cómo haber llegado hasta allí, no había forma en que llegasen a envolver su cuerpo, pero las quitaba una tras otra, la escena ni siquiera parecía congruente y volvía a removerlas junto con los cajones de ropa y los pedazos de vidrio molido que descartaba casi sin respirar. De pronto sintió un dolor casi mudo que golpeó como el disparo de un fusil en el pecho. Eran los blancos pies inmóviles de su amado, con marcas de golpes. Por el mismo camino siguió desesperada, develando sus piernas delgadas y parte de sus brazos. "No, no, no, no...!!" El pánico la invadió. No alcanzó a ver la faz de su marido cuando despertó con un dolor intenso en el cuerpo. Las lágrimas la hicieron reaccionar del sueño al bañar su cara. ¿Y él? Hacía tiempo ya lo había enterrado, pero en cada despertar debía volver a recordar...

Fotografía original del autor, sur de Chile, 2011.

Milza López 2015-2016
Proyecto Viuda de Némesis, en construcción

viernes, 18 de marzo de 2016

No lo hagas - Ramiz Karaeski (Etme - Rumi)

Supe que estás empeñado en dejarnos
No lo hagas.
Estás planeando amar a alguien más.
Estás planeando ser amigo de alguien más. 
No lo hagas.
No lo hagas. 

¿Qué haces en un territorio desconocido, extraño?
¿A qué corazón enfermo vas a recurrir?
Nuestros labios se secan al mismo tiempo que tú,
haces que nuestros ojos se llenen de lágrimas. 
No lo hagas,
no nos alejes de nosotros mismos,
no vayas a esos territorios, 
estás fijando tu mirada en lo que es robado.
No lo hagas. 

Oh, luna! Esta vez el cielo está de cabeza abajo sólo por ti.
Tú nos llevaste al lamento, al dolor y a la muerte,
no lo hagas. 

Si no tienes fuerzas para enfrentar el amor, 
¿por qué te involucras con el amor?
No lo hagas.

Ustedes quienes poseen el cielo y el infierno,
ustedes que hacen que el cielo parezca el infierno,
no lo hagan. 

La luna se puede tornar oscura de dolor si le das la espalda. 
¿Estás planeando destruir el hogar de la luna?
No lo hagas.

Tú, que estás por sobre lo que existe
y lo que no existe,
nos estás abandonando.
No lo hagas. 

Tú nos regocijas pero esto nos acongoja.
Me estás perturbando, 
estoy sufriendo.
No lo hagas. 

Mis ojos malvados son los ladrones de tu belleza,
tú, que eres digno de ser robado,
estás robando.
No lo hagas. 

Captura de Ramiz Karaeski y su nieto Sekiz (Ocho) en la serie "Ezel". Imagen original de Ay Yapim. 

Mevlana Rumi, extraído de Divan-e-Shams,
versión leída por Ramiz Karaeski en Ezel, final de primera temporada,
adaptada al español para Mega.

jueves, 17 de marzo de 2016

Sueño de misiones negras

Me miraban con una envidia repugnante, mientras estiraba mi blusa de seda crema frente al espejo del baño de operativas.

Era el primer día de mi regreso a la agencia, y ya todas se habían enterado de que él había sido mi novio; incluso parecían intuir que sólo yo tenia ese poder, ese lugar en su mente que me convertía en ama y señora, aunque a penas pudiéramos hablarnos desde que los episodios sombríos opacaron nuestras miradas.

Era extraño pasar por las oficinas, todo era tan gris como mi alma ahora.

A la hora de almuerzo pasó cerca de mi, estaba caminando del brazo de ella, y evitó mi mirada en todo el instante que servía mi vaso de agua de la máquina.

Él se fue en un momento que no recuerdo y luego todo vuelve a ser borroso y confuso, un sabor a sangre inundó mi paladar y luego ella fue llorando a rogarme que lo salvara. En el espejo vi el uniforme de misión negro que usé aquella tarde para salir.


Comencé a caminar sin siquiera saber a dónde iba, grandes pastizales, edificios abandonados, y árboles aislados componían al paisaje que poco a poco comenzaba a marchitarse en el ocaso. No recuerdo cuántas horas deambulé ni cómo se nubló en la oscuridad. La lluvia dificultaba mis pasos en el pasto resbaloso, pero la noche me ayudó a ocultarme cuando por fin visualicé la cabaña. Tuve la impresión de verlo sentado en los sillones de ese living, como si fuera plena luz del día y todo a su costada fuera luz entrando por el ventanal, supe en ese instante que mi amiga del alma lo sabia y por alguna razón nadie quiso decirme. 

Cuando entré a la cabaña estaba todo vacío y saqueado, lleno de polvo, cenizas y abandono. La primera lágrima en contra de mi juramento se derramá en medio de la angustia. 

Corrí toda la maldita noche, sin cansarme ni entumecerme, hasta que llegué tarde, tarde a encontrarlo en aquella vereda universitaria, los autos estaban estacionados por todos lados y a penas salían por un borde sus pies envueltos en formidables botas de cuero. 

No sé qué tan herido estaba, solo sé que tenía sangre, y sus ojos estaban desvanecidos, como su cuerpo. Lo sacudí bruscamente con mis brazos para que se moviera, para que reaccionara, hiciera algo, al menos me hablara, podría haberle dicho cuánto lo adoraba, podría haberle dicho que me perdonara, que como siempre había llegado tarde... Pero no había nada, todo estaba deshecho. 

Y así termino mi tarde, con su cuerpo muerto en mis brazos y el siguiente ocaso derramándose en la ciudad.


Nikita y Michael Samuelle antes de salir de misión, imagen de la serie "La Femme Nikita", de Warner Bros.

Milza López
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Vocabulario de La Ilíada de Homero (37 palabras)

"La Ilíada" es una de los trabajos literarios más épicos de los que se tenga conocimiento. Su claridad, ritmo e imaginativa nunca han dejado de sorprender ni de cautivar, por lo que a pesar de su data sigue siendo objeto de culto y se ha adaptado incontables veces para cine, televisión y teatro. Sus personajes son atemporales y nos adentran en una epopeya de incalculable valor. 
El vocabulario de este libro se relaciona mucho con la guerra y las tradiciones antiguas, por lo que escogí palabras características del texto en general. La fuente es el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), el cual no debe dudar en consultar ante cualquier duda.  Espero les sea de utilidad y recuerden que el significado se relaciona también con el contexto en que aparecen, ya que las palabras tienden a presentar más de uno y la idea es clarificar las ideas, logrando una apreciación fluida para el lector.


  1. Agasajo: Regalo o muestra de afecto o consideración con que se agasaja.
  2. Ardid: Artificio, medio empleado hábil y mañosamente para el logro de algún intento.
  3. Artífice: Persona que ejecuta una obra con habilidad o destreza.
  4. Áureo: Parecido al oro o dorado. 
  5. Auriga: Hombre que en las antiguas Grecia y Roma gobernaba los caballos de los carros en las carreras de circo.
  6. Bizco: Dicho especialmente de un miembro del cuerpo: Que está torcido.
  7. Braveza: Valentía, ímpetu de una persona.
  8. Céfiro: Viento suave y apacible.
  9. Cítara: Instrumento musical antiguo semejante a la lira, pero con caja de resonancia de madera. Modernamente esta caja tiene forma trapezoidal y el número de sus cuerdas varía de 20 a 30. Se toca con púa.
  10. Cruenta: Sangrienta.
  11. Despuntar: Dicho especialmente de la aurora, del alba o del día: Empezar a manifestarse al amanecer.
  12. Doncel: Joven noble aún no armado caballero.
  13. Embelesar: Arrebatar o cautivar los sentidos.
  14. Estrago:  Daño hecho en guerra, como una matanza de gente, o la destrucción de la campaña, del país o del ejército.
  15. Grulla: Ave zancuda de gran tamaño, de patas y cuello largos, con plumaje gris en el cuerpo, y negro y blanco en la cabeza y el cuello, que cuando vuela emite un graznido muy sonoro, y que suele mantenerse sobre un pie cuando se posa.
  16. Funesta/o: Aciago, que es origen de pesares o de ruina.
  17. Heraldo: Mensajero (persona que lleva un mensaje).
  18. Hueste: Ejército en campaña.
  19. Ignominia: Afrenta pública.
  20. Impelida: Impulsada.
  21. Impetuoso:  Que se mueve de modo violento y rápido.
  22. Infortunio: Suerte desdichada o fortuna adversa.
  23. Insolencia: Atrevimiento, descaro.
  24. Levantisco:  De genio inquieto y turbulento.
  25. Majestuosa/o: Que tiene majestad.
  26. Omnipotente:  Que todo lo puede, atributo solo de Dios.
  27. Oráculo: Especialmente en la Antigüedad grecorromana, respuesta que una deidad daba a una consulta, a través de un intermediario y en un lugar sagrado.
  28. Penalidad: Trabajo aflictivo, molestia, incomodidad.
  29. Pendenciero: Propenso a riñas o pendencias.
  30. Pira: Hoguera en que antiguamente se quemaban los cuerpos de los difuntos y las víctimas de los sacrificios.
  31. Portento: Cosa, acción o suceso singular que por su extrañeza o novedad causa admiración o terror.
  32. Quebranto: Acción y efecto de quebrantar o quebrantarse. Descaecimiento, desaliento, falta de fuerza.
  33. Refulgente: Que emite resplandor.
  34. Tropel: Muchedumbre que se mueve en desorden ruidoso.
  35. Tupido: Que tiene sus elementos muy juntos o apretados.
  36. Ultrajar:  Ajar o injuriar. Despreciar o tratar con desvío a alguien.
  37. Vaticinar:  Pronosticar, adivinar, profetizar.


Aquiles en "Troya", famosa adaptación cinematográfica de "La Ilíada".

Milza López
Blogger

martes, 15 de marzo de 2016

Reflexiones frente a un cuadro de Pedro Lira

Miro mi vida anterior
Pintada en un cuadro de Pedro Lira,
Pero no soy esa mujer esbozada,
Soy el color coral
Que paulatinamente sucumbe al arado
Del pincel sobre el lienzo,
Del pincel y el cian,
Del cian y el detrimento

Me da nostalgia el recuerdo
De cuando estuve capturada
En ese tubo de pintura
Y él me liberó a sorbos
Para sembrar en un cuadro,
Para disgregar las aventuras
Que desde fuera de él
Se aglomeraban.


"Escena de playa con figura", cuadro de Pedro Lira. Se puede apreciar en el Museo Bellas Artes (Santiago de Chile)


Milza López, 2016
En homenaje a Pedro Lira
Contenido exclusivo

sábado, 12 de marzo de 2016

Las reglas de la amistad (Ezel)

"Hay reglas que hay que obedecer: no usar los errores de un amigo contra él mismo; tienes que saber perdonarlo. Salvarlo no es suficiente, debes mirarlo a los ojos cuando hables con él y jamás debes abandonarlo.

Cuando conoces a un hombre confiable, no debes abandonarlo. Si él se avergüenza de su pasado, no se lo menciones. Si él no quiere traicionar a su amigo no lo obligues. Cuando esté irritado, no lo provoques.

Cuando encuentres un verdadero amigo trata de merecértelo, y cuando tu amigo extienda su mano no debes ignorarla."

Ezel Bayraktar, Tefo y Alí Kirgiz. Fotografía de Ay Yapim.

Extraído de "Ezel", escrita por Kerem Dener y Pinar Bulut,
traducción del turco por DINT para MEGA.

jueves, 10 de marzo de 2016

Manicomio (Diario de una joven Bipolar)

La sal de tu lengua es mi mayor deseo; pudo haber sido mi mayor tesoro.

Estar sin ti ha sido entrar al manicomio, lleno de rostros sonrientes y amordazados, donde los árboles de invierno surcaron paisajes crípticos y fueron arrasados en su totalidad por las cosechadoras forestales. 

Las habitaciones se mueven de un lado al otro del pasillo circundante, y se proyectan haces de luz parpadeante cuyo origen es desconocido, su fin es capturar mariposas y lo harán por medio de murciélagos ciegos y sedientos.

Desde que tú te fuiste un cúmulo de voces fue liberado dentro de mi cabeza, y una hilera de médicos repitió las mismas palabras desde la entrada y la salida del hospital siquiátrico.

Desde que tú te fuiste el tártaro se abrió a mis pies y me absorbió como si toda la gravedad se concentrara en mi cuerpo.

Desde que tú te fuiste los trenes andan sin sentido, los barcos derraman su petróleo desde las profundidades de turbinas y maquinarias andrajosas, y emanan el veneno hasta la sangre de las aves.

Desde que tú te fuiste yo viví una regresión letal y retrocedí cada paso hasta el punto de mi infancia donde sólo tu nombre podía ser escrito en las paredes.

Desde que tú te fuiste las dosis aumentan cada semana, y el insomnio no puede ser sobrellevado con nada.


Desde que tú te fuiste descubrí la profunda oposición que domina mi aura, y que existen varias personas que son yo misma, pero no son capaces de componerse en uno solo, y van corriendo de un lado al otro del barco aproximándose cada vez más al volcamiento temprano, hasta que ya no exista edificación alguna que pueda ser reconstruida por la memoria humana. 


Milza López, 2015
Contenido exclusivo


domingo, 6 de marzo de 2016

Sin Alma (Desclasificado)

Sin oportunidad de encontrarte, sin fuerza para quitar tu sombra de mi habitación con una pala o un hacha, sin palabras que hagan cambiar tus pensamientos y sin pensamientos que hagan sonar distinto tus palabras.

Sin la orden del juez que te desaloje de mi mente, sin deseos que te hagan desearme.

Sólo puedo huir hacia las calles, volviendo a mi país de nubes llenas, asfalto plateado y respiración de humo. Simplemente esperando aquello que no llegará: una llamada, una carta, palabras que siempre serán mudas y mis oídos nunca podrán escucharlas.

Las esquinas se confunden con el pesado abandono del pasado, con las hojas caídas que nos traen recuerdos que no podemos recordar, y que en vano llenan nuestras estancias.

Dulce imposible, sal de una vez, escondido en mis entrañas. Algún día voy a encontrarte y te arrancaré de cuajo, aunque me cobraras todas las emociones de la vida.


Milza López 2008-2009
Colección inédita

viernes, 4 de marzo de 2016

Banda sonora recomendada: Kara Para Ask (Toygar Isikli)

Toygar Isikli es un destacado intérprete y compositor de origen turco, dueño de una voz maravillosa y un talento premiado en diversos medios, ha trabajado con la productora Ay Yapim en diversas ocasiones para componer la banda sonora de exitosas series de televisión ("Ezel", "Medcezir", "Karadyi"), y hoy destacamos el sonido icónico y misterioso de Kara Para Ask (también conocida como Black Money Love y Amor de Contrabando). 

Los elementos se mezclan, se funden y se abrazan de múltiples maneras, entregando como resultado melodías conmovedoras, algunas claras y alegres que nos hacen viajar en barco por los mares de Estambul, otras tristes y lentas pero igualmente cristalinas, y finalmente las que caracterizan profundamente una serie de acción: las canciones que nos hacen sospechar, sentir temor y enfrentarnos al villano. 

Es un disco totalmente recomendado tanto para los que conocen la serie como para los que no la han visto o no tienen interés, ya que recorre emociones de manera vibrante. Mi canción favorita es Intikam Kokusu, algo así como Olor de la Venganza, y me inspira mucho cuando escribo.


Saludos a tod@s l@s lector@s y espero que les agrade este artículo, ¿qué música los inspira? Un abrazo.