-¿Cómo pude haber estado tan equivocada?
-¿Cómo pude haberte
reconocido de inmediato?
Al final de los pasos enmohecidos en el bosque no
existía el arcoiris que desde dentro vislumbraba.
-¿Cómo podía no ser quien yo esperaba?
-¿Cómo podría no ser la
luna tras el vidrio borroso de la ventana, sino un simple poste de luz con
energía intermitente?
-¿Cómo es que no hubo ningún pacto bilateral antes de que
naciéramos y en ningún lugar tú me encontraras?
-¿Y cómo es que ya no tendremos
otra vida?
Una segunda oportunidad en la que podamos cambiar el túnel
sombrío por un río de aguas esmeralda.
-¿Cómo es posible que el mapa de mi
destino lo haya visto en forma equivocada en tu mano descubierta?
-¿Cómo pudiste
recortar las mañanas durante tantos años sin cesar ni un solo día ni fallar ni
un solo tiro con tu ojo de halcón cuando liberaste cada partícula de resplandor
hasta mi alma?
-¿Cómo es que no soy yo, Maestro?
-¿Cómo es que al mirar hacia
atrás encuentro que soy sólo otra sirena en un mar colapsado de deidades
nadadoras?
-¿Cómo es que no soy la única que siente tu aroma sin tenerlo ni
remotamente?
-¿Cómo es que pasan y pesan anquilosamente*
los años y el tiempo parece totalmente incompetente ante esta estatua de bronce
que truena y ya debió haberse oxidado y olvidado de lo prometido que no ha
llegado jamás?
-¿Es que acaso debo aceptarlo y resignarme a ser una metáfora
lúgubre del día que vive enamorado de la noche y que persigue incesantemente
sabiendo que nunca podrá encontrarlo?
-¿Cómo puede ser que no sea yo la mano
apretada y la frente besada delante de todos los ejércitos?
-¿Cómo es que tras
desencadenar la cinta que te puso Brahma, desenvolviste un rostro que no era el
mío y tomaste un corazón del cofre de sequoias y adentro no existía ni el
sonido de mi nombre?
-¿Cómo es que sentí que me mirabas y que intentabas indagar
en mi nostalgia con tu voz de cielo desde la primera vez que vi tu foto el
calendario de invierno de la biblioteca brava?
-¿Cómo pudo ser que al verte
envuelto en oro frente a la multitud apabullante la fuerza de tu danza me
deleitara hasta la hipnosis más completa, y la gravedad se apagara sólo para
que tú te elevaras y yo supiera que eras tú, y sintiera que te conocí desde
antes de enfrentarme por primera vez al aire?
Vamos, que en tu furia y tu hartazgo de ser perseguido por
flores y sirenas, decidas virar la devoción de tu barco y decirnos de una vez
que estamos equivocadas, y que no eras tú quien nos despertará un día, y que no
fue tu voz la que ha querido empujarme hacia el borde de la isla, y que sólo fue
un sueño, un sueño embalsamado.
Muéstrame con tus propias piezas que todo ha sido un
escenario, que el brillo deslumbrante de tu aura no era más que luces
estructuradas en un armazón diseñado para la catarsis griega en pleno siglo XX.
Quiero ver que tu ascenso responde a un canto sintético, que tu sonrisa ilumina
la galaxia gracias a una luz mecanizada, y que el eco de tus suspiros se propaga
hacia el infinito por medio de un sistema de sonido totalmente artificial. Detén
la marcha de tus seguidores y déjame tocar en tu espalda alas contrahechas de
plumas robadas y ensambladas a medida de tu cuerpo de semidiós. Muéstrame que
no era cierto, que no era yo, que sólo soy otra poeta en una misión suicida,
que es una sugestión bizarra haber reconocido cada rincón de tu casa, que no es
posible ni socialmente aceptable tener recuerdos amontonados de tantas
caminatas descalzos en la arcilla del lago, de tantas mañanas escalando árboles
milenarios, de tantas penas ahogadas en la hierba florecida, de tantos veranos
buscando el tesoro en la costa señalada, de tantos besos bajo el agua del río
que acababa de acariciar la montaña, de tantos cuentos que leíste en voz alta y
cambiante antes de dormirte sobre mi cama, dime que no es a mí a quien le
confiaste tu último secreto antes de evaporarte hacia la nada, que no fue
conmigo que escapaste para construir columnas de orquídeas a los pies de la
Reina del Nilo.
Baja de una vez y dime al fin que no soy yo y que no existo,
que soy una loca más que intenta salirse de su jaula, dime personalmente que tú
no eres para mí, que estoy profundamente equivocada, para así pensar que al
menos me distingues de en medio de la bandada, y pensar que has descendido para decirme algo que no fue exactamente lo que quisiste decir, y que si junto de
cierta manera tus palabras las consonantes que pronunciaste formarán un código
que me permitirá rescatar una llave que me dejará cruzar una mampara que se
esconde en un patio sagrado y que hallaré un jardín con el polvo de los
inciensos que perdí en mi infancia, y que entonces todo tendría sentido, y que
el calipso en el centro de tu Atman me llevará hasta el Nirvana que he buscado
tanto tiempo, y que seré al fin libre de este cuerpo, y que todas tus lágrimas
escarlata dejarán al fin de derramarse en la jarra mística de la Psicosis, y
que con mis propios dedos sanaré la herida de tu pecho, y un beso calmante
sellará el reloj de agua, y entonces no habrá cielo más allá del cielo, y sabré
que no estaba equivocada, no estaba equivocada…
"Archangel Michael: And No Message Could Have Been Any Clearer", obra fotográfica mixta de David LaChapelle. |
La segunda venida se ha ido de este mundo.
Cada quién crea y destruye a su propio dios.
Hoy es un día aleatorio de un calendario insular que no da pie a las coincidencias.
Adelanto exclusivo de "Escape de la Interfaz Urbana", capítulo sobre los Maestros.
Milza López, 2015-2016.