Si no habías oído de Jackson Pollock hasta ver el aclamado filme Ex Machina de Alex Garland, en este post te contaremos más sobre esta pintura que aparece en medio de los diálogos del creador de la inteligencia artificial más avanzada del planeta.
Jackson Pollock (1912-1956) fue un pintor expresionista de origen estadounidense, líder casi por naturaleza propia de un movimiento artístico revolucionario y conocido por su manera única de pintar. Este artista, calificado por muchos entendidos como un genio del arte contemporáneo, se caracterizaba por utilizar resinas distintas del material utilizado hasta entonces, y literalmente arrojaba pintura sobre el lienzo con distintos elementos, incluyendo objetos tan curiosos como jeringas. Esta novedosa técnica le permitió crear cuadros únicos, prácticamente imposibles de replicar y distinguidos porque cada uno formaba de cierta manera un patrón único, como si fuera una especie de mármol diferente del anterior. No existen muchos de sus trabajos accesibles en la actualidad y cada uno es realmente gigantesco, siendo sus obras algunas de las más costosas en las subastas de arte y su precio se eleva por millones y millones de dólares.
En la película Ex Machina, uno de los protagonistas utiliza uno de sus cuadros describiendo su método de pintura como "no aleatorio, no deliberado, algo en medio que llaman arte automático", y realiza una analogía respecto de su propio trabajo como científico y el desafío que implica lograr acciones sin un objetivo específico pero que tampoco constituyen respuestas al azar por parte de una máquina, es decir crear inteligencia artificial como Jackson Pollock podía pintar. En este punto es donde destacan que si el artista hubiese decidio previamente con exactitud lo que pintaría, entonces no podría haber realizado trazo alguno. Y desde luego, Jackson Pollock no realizaba ningún bosquejo previo a sus obras de arte, sino que simplemente las dejaba fluir.
No es cualquier pintura del artista la que aparece en la película, se trata del cuadro No.5, 1948 del autor y es desconocido si se trata de la original, puesto que es la segunda obra más costosa del mundo, habiéndose vendido a un coleccionista privado en una subasta por aproximadamente 150 millones de dólares, es decir es mucho más costosa que el presupuesto completo de la película. Además, es la pintura determinante en la historia del expresionismo abstracto, la que marca una variación dentro de qué es lo más importante en una obra y fue una gran influencia en otros artistas de la época que se adhirieron al movimiento. Asimismo, se ha denominado como el nacimiento del "action-painting", en donde el arte no se trata sólo de autoexpresión, sino también de autocreación, autodefinición o autotrascendencia. ¿Sería la inteligencia artificial para la ciencia, lo que la obra de Jackson Pollock fue para el arte?
Cuadro No.5, 1948 del artista Jackson Pollock. |
Artículo original de Milza López
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